lunes, 24 de diciembre de 2012

El texto que aquí transcribo, podrá resultarles inadecuado a alguno para este día de la Nochebuena. Podrá decirse: ¡mejor hubiera colocado algo relacionado con la Navidad! Pero, ¿es que la Navidad es sólo villancicos y regalitos y, para la mayoría, papá Noel?. ¿No hay cosas más profundas para cuestionarse en la Navidad? Y porque cualquiera sabe que sí las hay, aquí va esta entrada. Quiera Dios que a alguien le sirva de cuestionamiento y motivo de "conversión", entonces sí: "FELIZ NAVIDAD"
 Si Dios existe somos sus criaturas y hay un Ser Supremo. Si no existe, como sostienen los relativistas, somos consecuencia del azar y el ser más importante de la Tierra.

 En una de mis lecturas recientes, leía estas frases de F.J. Contreras, en el libro «Nueva Izquierda y Cristianismo», citando a una autora norteamericana: «Hoy día, una familia obrera que asiste a la Iglesia tiene más en común con una familia burguesa que asiste a la Iglesia, que con una familia obrera que no lo hace; o bien: una familia negra biparental (padre y madre casados entre sí), tiene más en común con una familia blanca biparental que con una familia negra monoparental. Es decir la religiosidad y la fidelidad al modelo familia tradicional (personalmente no me gusta nada hablar de familia tradicional, especialmente desde que en un debate mi oponente relativista estaba empeñado en que hablase de familia tradicional y no de familia natural. Creo que aceptar su terminología es empezar a perder el debate. Los Romanos ya lo sabían cuando decían «quaestio de nomine est iam questio de re», porque para ellos con razón el debate sobre el nombre era ya debate sobre el fondo del asunto). Es decir, la religiosidad y la fidelidad al modelo familiar tradicional se convierten en marcadores sociales más significativos que el nivel de ingresos o la raza». Creo que podemos decir con toda razón que la polaridad ideológica es hoy la división más importante en nuestra civilización occidental. Por una parte están los creyentes o jusnaturalistas, aunque estas dos palabras no signifiquen exactamente lo mismo; por la otra están los no creyentes o relativistas y éstas son las dos mentalidades dominantes en nuestra época.

La principal diferencia entre ambos grupos está en el concepto de verdad. Ya Aristóteles decía que la verdad es la adecuación del entendimiento a la realidad. La realidad es la que es, independientemente de mí o de cualquier otro. Recuerdo que un día una alumna me dijo que Tokio existía porque la había visto en televisión. No pude por menos de contestarle que Tokio existía desde muchos años antes que ella naciese e independientemente de que ella supiese o no de su existencia. En el plano religioso y moral es evidente que Dios existe o no existe, pero sólo una de las dos cosas es verdad. Para los que creemos que Dios existe, pensamos que no sólo su existencia es verdadera, sino que es simplemente la Verdad con mayúscula y que racionalmente podemos llegar a conocerle, pero sólo con un conocimiento imperfecto porque al ser infinito no podemos abarcarle. Pero las consecuencias de su existencia o no son enormes. Si Dios existe somos sus criaturas y hay un Ser Supremo. Si no existe, como sostienen los relativistas, somos consecuencia del azar y el ser más importante de la Tierra.

Aparentemente la no existencia Dios y el hecho que no tengamos a nadie sobre nosotros nos hace más libres. Somos nuestro propio ser supremo y somos nosotros los que nos dictamos porque queremos y si queremos nuestras propias normas. La ley natural no sería, como dijo Zapatero, sino una reliquia ideológica y un vestigio del pasado. Una consecuencia de ello sería la plena libertad en todos los campos, incluido especialmente el sexual, con la única excepción de tratar de evitar aquello que daña a los demás. Pero la realidad nos muestra que el relativismo, con su negación del concepto de verdad, conduce rápidamente al fin de la democracia. Para empezar todo termina con la muerte, los conflictos entre nosotros tienen que ser resueltos por un árbitro que los resuelva, y qué mejor árbitro, si además decimos que somos demócratas, que la voluntad popular, y ésta la conocemos gracias a las elecciones y al Parlamento elegido en ellas. Pero en el Parlamento quien dictamina las leyes y por tanto lo que en ese momento es bueno o malo, quien lo decide es la mayoría parlamentaria, pero como está la disciplina de Partido y el que se mueve no sale en la foto, los diputados se someten como borregos, aunque sean claros crímenes, como la ley del aborto, o bochornosos delitos, como la que en nombre de la ideología de género fomenta la corrupción de menores, por lo que se hace en realidad es lo que dictamina un pequeño grupo e incluso una sola persona, cayendo así en consecuencia en la dictadura y en el totalitarismo. Jesucristo, a los judíos que incidían en un relativismo idéntico al actual, les llama hijos del diablo (ver Jn 8,31-47).

 La otra postura cree que la democracia se basa en la dignidad intrínseca del hombre y de unas leyes, basadas en su naturaleza y razón, que son los derechos humanos. La democracia se sostiene, más que por la prevalencia de la opinión mayoritaria, por el respeto hacia todo ser humano y su dignidad intrínseca. La democracia, por tanto, no se sostiene sobre la ausencia de valores, sino sobre un núcleo ético no relativista, que son los derechos humanos y que delimitan el espacio sobre el que pueden legítimamente actuar las mayorías. Para un creyente no hay oposición entre obrar según la razón y cumplir la voluntad de Dios. Tenemos una conciencia y una razón que nos ayudan a conocer y distinguir el Bien del Mal, la Verdad de la Mentira, porque como nos dice Jesucristo «cuando venga Él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la Verdad plena»(Jn 15,13). Así conoceremos no sólo el fundamento de nuestra naturaleza y de su dignidad, sino también cómo poder conocer y amar a Dios. Para ello necesitamos la verdad moral, la verdad sobre lo que está bien y lo que está mal, aunque la verdad moral no es sólo un problema intelectual, sino que requiere una rectitud de vida, porque como es un problema que me afecta existencialmente, ello puede exigirme un cambio en mi manera de actuar, lo que religiosamente llamamos una conversión.

Pedro Trevijano, sacerdote 27. XI. MMXII

http://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=13329

miércoles, 19 de diciembre de 2012

María, madre y virgen, alabada por los santos

Que mejor para ir preparando nuestra Navidad, que recurrir a algunos de los textos de los santos padres. Aquí uno de ellos:
 
San Efrén de Nisibe. Mesopotamia, siglo IV
«Dilexit Ecclesiam» amó a la Iglesia Católica

 
Himno XI De la Natividad

 
A tu madre, Señor nuestro, nadie sabe
cómo llamarla; que si uno la llama virgen,
ahí está su hijo; y si casada,
ningún hombre ha conocido.
Si hasta tu madre es inabarcable,
¿quién podrá abarcarte a Ti?
Madre tuya, en efecto, lo es sólo ella,
pero es hermana tuya, junto con todos.
Ella es tu madre, y tu hermana.
También es tu esposa, igual que las mujeres castas.
Con toda clase de adornos las has embellecido,
¡Tú, Belleza de tu madre!
Ella estaba desposada según la naturaleza,
antes de que vinieses. Y quedó encinta,
al margen de la naturaleza,
cuando viniste, ¡oh, Santo!
Y era virgen
cuando te daba santamente a luz.
Contigo adquirió María
toas las propiedades de las mujeres casadas:
el niño en su seno, sin unión carnal;
la leche en sus pechos, de una manera insólita.
A la tierra sedienta la hiciste de pronto
una fuente de leche.
Si ella pudo llevarte,
es que tu montaña inmensa aligeró su peso;
si pudo darte de comer, es porque Tú quisiste tener hambre;
si pudo darte de beber, es porque Tú quisiste tener sed;
si pudo abrazarte, es porque el fuego, misericordioso,
protegió su regazo.
¡Tu madre es un prodigio! Entró el Señor a ella,
y se volvió siervo; entró el Hablante,
y se quedó mudo en ella;
entró el Trueno, y acalló su voz;
entró el Pastor de todos,
y se volvió en ella cordero, que salía balando.
El seno de tu madre ha trastocado los órdenes.
El que dispone todas las cosas entró siendo rico,
y salió pobre; entró a ella ensalzado,
y salió humilde;
entró a ella resplandeciente,
y se vistió para salir
de pálidos colores.
Entró el héroe, y se revistió de temor
en el interior del seno; entró el que a todos provee,
y adquirió hambre; el que a todos da de beber,
y adquirió sed;
desnudo, despojado,
salía de ella el que a todos viste.

Traducción de Javier Martínez - arzobispo de Granada 2004.12.25


 (Fuente: Conoceréis de verdad.org)

martes, 11 de diciembre de 2012

Una visión de la actualidad


Este texto  se aplica a toda la realidad del mundo actual; por lo tanto es para meditar, para analizar, para comparar y luego, si quiere, deje un mensaje expresando su opinión.

Cierta vez, hablando con un grupo de sacerdotes, el Cardenal George, Arzobispo de Chicago, afirmó que él morirá en una cama, su sucesor en prisión, y quien lo suceda será mártir. En su columna semanal en el periódico arquidiocesano, retomó esas afirmaciones – que, aclaró, no buscaban ser proféticas sino ayudar al Pueblo de Dios a tomar conciencia – y las completó con la frase final, no publicada en ese momento. Este artículo de Sandro Magister, cuya traducción ofrecemos, presenta estas declaraciones del Cardenal de Chicago.

El cardenal Francis George, de 75 años, arzobispo de Chicago y anterior presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, estaba entre los designados para participar en el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, concluido el pasado 28 de octubre. Pero no ha podido tomar parte por estar sufriendo nuevamente por un tumor, como algunos años atrás.

¿Qué habría dicho en el aula del Sínodo, si hubiera estado presente? La última de las “columnas” que escribe cada semana para el periódico de su arquidiócesis, el Catholic New World, parece responder precisamente a esta pregunta. Ésta tiene por título “El lado equivocado de la historia” y es una fuerte crítica – desde el lado de Cristo – de aquel moderno dragón que es la corriente de secularismo que embiste a la sociedad occidental. He aquí los pasajes centrales, que hacen una directa referencia a las elecciones presidenciales americanas para luego referirse a Occidente y al mundo. Con una instructiva alegoría sobre el futuro de la Iglesia.

*[...] La actual campaña política ha llevado al descubierto en nuestra vida pública el sentimiento antirreligioso, en gran parte explícitamente anticatólico, que está creciendo desde hace décadas en nuestro país. La secularización de nuestra cultura es un problema mucho más amplio que las causas políticas o los resultados de la presente campaña electoral, por más importante que sea.

Hablando algunos años atrás a un grupo de sacerdotes, sin ninguna referencia al actual debate político, he tratado de expresar de un modo bastante dramático a lo que puede llevar una completa secularización de nuestra sociedad. Estaba respondiendo a una pregunta y nunca se transcribió lo que dije, pero mis palabras fueron capturadas por el smartphone de alguno y ahora circulan en Wikipedia y en otros lugares del mundo de la comunicación electrónica. Soy citado (correctamente) mientras decía que preveía para mí morir en una cama, para mi sucesor morir en prisión, y para su sucesor morir como mártir en la plaza pública. Pero las citas omiten la frase final que añadí a propósito del otro obispo que sucedería al obispo pensado como mártir: “Su sucesor recogerá los escombros de una sociedad en ruinas y poco a poco ayudará a reconstruir una civilización, como la Iglesia ha hecho tantas veces en el curso de la historia humana”. Lo que dije no es “profético” sino que es un modo de ayudar a la gente a pensar más allá de las categorías habituales, que limitan y a veces envenenan el discurso tanto privado como público [...]

El himno no oficial del secularismo, hoy, es “Imagen” de John Lennon, en el que somos animados a imaginar un mundo sin religiones. Pero nosotros no debemos imaginar un mundo similar; el siglo XX nos ha dado terribles ejemplos de tales mundos.

En lugar de un mundo que vive en paz porque está sin religiones, ¿por qué no imaginar un mundo sin Estados naciones? [...] La amenaza más grande a la paz del mundo y a la justicia internacional es el Estado nacional convertido en maligno, que pretende un poder absoluto, que toma decisiones y fabrica “leyes” que superan sus competencias. [...]

Un mundo que se ha alejado de aquel Dios que lo ha creado y redimido corre inevitablemente hacia la ruina. Está del lado equivocado de la única historia que al final importa. El sínodo sobre la nueva evangelización se ha tenido en Roma este mes de octubre precisamente porque enteras sociedades, especialmente en Occidente, se han puesto del lado equivocado de la historia [...]
(Fuente: La Bohardilla de Jerónimo)

 

 

 

 

lunes, 3 de diciembre de 2012

Intenciones del Santo Padre para el mes de diciembre

Intención General: Para que los migrantes san acogidos en todo el mundo con generosidad y amor auténtico, especialmente por las comundades cristianas.
Intención Misionera: Para que Cristo se revele a toda la humanidad con la luz que emana de Belén y se refleja en el rostro de la Iglesia.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...