domingo, 1 de noviembre de 2015

INTENCIONES DEL SANTO PADRE PARA EL MES DE DICIEMBRE:

Intención Universal: Para que todos experimentemos la misericordia de Dios, que no se cansa jamás de perdonar.
Intención por la Evangelización: Para que las familias, de modo particular las que sufren, encuentren en el nacimiento de Jesús un signo de segura esperanza.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Los católicos, ¿adoran a María?


La lectura de este texto te dará algunos argumentos para responder cuando oigas decir que los católicos adoramos a María.

Antes de acusar a los católicos de "adorar a María", es conveniente tomarse  un tiempo para evaluar estos hechos, algunos tienen una manera de tapar los agujeros en la teoría de que ponemos demasiado énfasis en María. Así que si aun después quieres acusarnos de adorar a María, te sugiero que ignores estos hechos.

1.- Dios envió al Salvador a través de María.

Señalo esto de primero porque es muy difícil minimizar la importancia de María, al mismo tiempo que se reconoce que el Mesías, al que por tanto tiempo esperamos, vino a la tierra para nacer a través de una mujer… y esa mujer fue María. De todas las formas en las que Jesús pudo haber llegado a la tierra, ¿por qué eligió a María? Entonces, si María fue muy importante para Dios, ¿no debería ella significar algo para nosotros?.

2.- Jesús realizó su primer milagro a petición de María.

Esta es otra buena razón. Oh lo sé, Jesús no necesitaba a María para convertir el agua en vino en Caná. Ella casualmente estaba allí. Bien, ¿por qué entonces San Juan cuando hizo la lista de los invitados a su boda puso a María de Primera?

"Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí; También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos" (Juan 2,1-2)

Si María no es importante en este capítulo, ¿por qué está en la lista ANTES que los Apóstoles y ANTES que Jesús? San Juan Evangelista no es conocido por insertar detalles extraños. María estaba primero porque Juan quería destacar su presencia en la boda.

Pero ¿Qué hay de "el reproche"? Sabes, ese argumento que dice que Jesús le estaba diciendo a María que no se entrometiera cuando le dijo:

"Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía". (Juan 2,4)

Primero, déjame decirte que Jesús era un judío devoto y un seguidor obediente de los diez mandamientos. ¿Por qué Él deshonraría públicamente a su madre en violación al cuarto mandamiento? En segundo lugar, si se trataba de un "déjalo" de Jesús, ¿por qué siguió adelante y realizó el milagro de convertir agua en vino? Este no hubiera sido el final de esa solicitud. Por supuesto que no lo haría, a menos que Él no estuviera ignorando a María.

Cuando su madre intercedió en nombre de la pareja, Nuestro Señor decidió que su tiempo había llegado. ¿No crees que Jesús esté tratando de decirnos algo?, ¿No crees que sea probable de que Jesús esperara hasta el momento de la petición de María, con el fin de mostrarnos su poder de intercesión?, ¿No explica eso porque San Juan la mencionó primero en la lista de invitados?

3.- Jesús le entregó a María a Juan en la cruz.

En el momento en que Jesús sufrió y murió en la cruz, Jesús hizo una declaración muy profunda:

"Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa". (Juan 19,27-28)

¿Por qué mientras luchaba para hablar en la cruz, Jesús habría dicho esas palabras si no significaban nada?, ¿Pudo haber tenido Él sólo una simple charla? Obviamente había una razón para que nuestro Señor hiciera lo que hizo.

La Iglesia siempre ha creído que Juan representa cada miembro de la Iglesia, y que desde ese momento en adelante, María se convirtió en una Madre espiritual. Las Escrituras nos dicen que ese día Juan acepto el regalo de Jesús "y la llevó a su casa" (Juan 19,27). ¿No deberíamos hacer lo mismo?

4.- Las primeras gracias de Jesús fueron dados a través de María.

Este es un hecho que con frecuencia es pasado por alto por aquellos que desean minimizar la importancia de María y viene directamente de la Biblia.

Después de aceptar el ofrecimiento de Dios de ser la Madre del Salvador, María viajó "con prontitud" a visitar a su pariente Isabel.

"Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo". (Lucas 1,41)

De acuerdo con este pasaje de la Biblia, incluso antes del nacimiento de Jesús, se utilizó la voz de María para entregar las gracias a Isabel. ¿Por qué?, ¿Porque ella no es importante?, ¿No hay otra forma en que esas gracias se podrían haber repartido? ¿No te convence esto? Escucha lo que Isabel dijo (también directamente desde la Biblia):

"Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas" (Lucas 1,44)

Es muy difícil negar la importancia de la presencia y la voz de María, en la dispensación de estas gracias a Isabel. ¿Las gracias se originaron de María? No, obviamente vinieron de Jesús. Sin embargo, Él eligió tener a María y usar su voz para entregarlas. ¿Por qué? Porque Él quiere que nos demos cuenta de que ella es importante.

5.- Jesucristo es el mediador único entre Dios y el hombre.

Ahora, ¡esto no tiene sentido!. ¿Cómo ayuda esto en apoyar la posición católica? Es por esto que nosotros los católicos "tenemos todo esto equivocado", ¿no es así? Lo siento si estoy reventando las burbujas de alguien, pero los católicos creemos absolutamente que Jesús es el único mediador entre Dios y el hombre. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) así lo establece claramente:

"La intercesión es una oración de petición que nos lleva a orar como lo hizo Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre en nombre de todos los hombres, especialmente los pecadores". (CIC 2634)

Esta enseñanza católica es apoyada por los siguientes pasajes Bíblicos:

"Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombre, Cristo Jesús hombre; Que en el tiempo fijado dio el testimonio: se entregó para rescatar a todos". (1 Timoteo 2,5-6)

Aunque Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, no evita que otros (incluyendo a María) puedan estar involucrados en una mediación subordinada o intercesión. San Pablo, quien hizo la declaración anterior, obviamente es consiente ese hecho, ya que él varias veces insta a sus lectores a orar los unos por otros (Romanos 1:9, 1 Tesalonicenses 5,25, 1 Timoteo 2,1).

El Catecismo se refiere a este tipo de intercesión como una "participación en la intercesión de Cristo" (CIC 2635) y se pone en práctica cada vez que oramos los unos por otros. Pedir a María que interceda por nosotros de ninguna manera quita el papel de Jesús como mediador de Dios y los hombres.

Conclusión

Aunque no soy tan ingenuo como para pensar que la inclusión de estos cinco hechos hará que me inmune a nuevas acusaciones de "adorar a María", creo que tendrán efecto si se miran con una mente abierta.

La Sagrada Escritura, no contiene una gran cantidad de palabras sobre María, pero lo que está ahí tiene un gran alcance. Los teólogos han pasado 2000 mil años estudiando sus apariciones bíblicas y continuarán haciéndolo. Podemos aprender mucho al estudiar el papel de María como se documenta en las páginas de la Biblia. Si alguien quiere acusarme de ser un "adorador de María", le pido primero que mire estos cinco hechos. Si aún desea señalar con el dedo, tendrá que ignorar estas afirmaciones de hechos… porque aceptarlas socavará seriamente la credibilidad de los acusadores

(Fuente: píldoras de fe.net)

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Ayudas para la vida espiritual


7 hábitos diarios para quienes quieren ser santos:

Nadie nace santo. Se consigue la santidad con mucho esfuerzo, pero también con la ayuda y la gracia de Dios. Todos, sin exclusión, están llamados a reproducir en sí mismos la vida y el ejemplo de Jesucristo, caminar detrás de sus huellas.

Estás leyendo esto porque estás interesado en tomar tu vida espiritual más seriamente de ahora en adelante. Aceptar de corazón uno de los puntos clave del Concilio Vaticano II: la importancia de la doctrina de la llamada universal a la santidad. También conoces que Jesús es el único camino a la santidad “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.”

El secreto de la santidad es la oración constante la cual puede ser definida como el continuo contacto con la Santísima Trinidad: “reza siempre y sin desfallecer” (Lc. 18,1). Hay varios caminos para llegar a conocer a Jesús. Nosotros vamos a hablar brevemente sobre algunos de ellos en este artículo. Si quieres llegar a conocer, amar y servir a Jesús de la misma forma que aprendes a amar y enamorarte de otras personas: tu esposa, miembros de tu familia y amigos íntimos, por ejemplo, pasando un tiempo considerable con él en forma regular y, en este caso básicamente todos los días. El retorno, si lo haces, es la única verdadera felicidad en esta vida y la visión de Dios en la próxima. No hay sustituto a esto.

La santificación es un trabajo de toda la vida y requiere nuestro determinado esfuerzo para cooperar con la gracia santificante de Dios que viene por medio de los Sacramentos.

Los siete hábitos diarios que propongo consisten en el ofrecimiento de la mañana, la lectura espiritual (Nuevo Testamento y un libro espiritual sugerido por tu director espiritual), el Santo Rosario, la Santa Misa y Comunión, al menos quince minutos de oración mental, la recitación del Ángelus al mediodía y un breve examen de conciencia por la noche. Estos son los principales medios para alcanzar la santidad. Si eres una persona que quiere llevar a Cristo a otros a través de la amistad, estos son instrumentos con los cuales almacenarás la energía espiritual que te permitirá hacerlo. La acción apostólica sin los sacramentos, volverá ineficaz una sólida y profunda vida interior. Puedes estar seguro que los santos incorporaron por uno u otro camino todos estos hábitos en su rutina diaria. Tu objetivo es ser como ellos, contemplativos en el medio del mundo.

3 puntos importantes para prepararnos a cumplir los hábitos: Quiero remarcar varios puntos antes de examinar los hábitos

1. Recuerda que el crecimiento en estos hábitos diarios son como una dieta o un programa de ejercicio físico, es un trabajo de proceso gradual. No esperes incorporar los siete o aún dos o tres de ellos en tu agenda diaria inmediatamente. No puedes correr una carrera de cinco kilómetros si antes no te has entrenado. Tampoco puedes tocar a Liszt a la tercera clase de piano. Esta prisa te invita al fracaso, y Dios quiera que tengas éxito tanto en tu ritmo como en el Suyo.

Debes trabajar cercanamente con tu director espiritual y gradualmente incorporar los hábitos a tu vida en el período de tiempo que corresponda a tu particular situación. Puede ser el caso que por las circunstancias de tu vida se requiera la modificación de los siete hábitos.

2. Al mismo tiempo tu debes hacer el firme propósito, con la ayuda del Espíritu Santo y tus especiales intercesores, para hacer de ellos la prioridad de tu vida – más importante que comer, dormir, trabajar y descansar-. Quiero aclararte que estos hábitos no se pueden adquirir a las corridas. Ese no es el modo como nosotros queremos tratar a los que amamos. Ellos deben hacerse cuando estemos más atentos durante el día en un lugar en silencio y sin distracciones; donde sea fácil ponerse en presencia de Dios y estar con Él.

Después de todo, ¿no es más importante nuestra vida eterna que nuestra vida temporal? Todo esto redundará al momento de nuestro juicio como una cuenta de amor a Dios en nuestro corazón.

3. Quiero dejar en claro que vivir los hábitos no es pérdida de tiempo. No estás perdiendo el tiempo, en realidad lo ganas. Nunca conocerás una persona que viva todos ellos diariamente que sea menos productiva como trabajador o peor esposo o que tenga menos tiempo para sus amigos o no pueda cultivar su vida intelectual. Todo lo contrario, Dios siempre recompensa a los que lo ponen a El primero.

Nuestro Señor multiplicará asombrosamente tu tiempo como multiplicó los panes y los peces y dio de comer a la multitud hasta saciarse. Puedes estar seguro de que el papa Juan Pablo II, la Madre Teresa o San Maximiliano Kolbe rezaban mucho más que la hora y media que se sugiere en estos hábitos repartidos a lo largo del día.

Los 7 hábitos para quienes quieren ser santos

Primer Hábito: Ofrecimiento del día por la mañana

El primer hábito es el ofrecimiento del día por la mañana; cuando te arrodillas y, utilizando tus propias palabras o una fórmula, ofreces todo tu día a la gloria de Dios. Lo que no es simple es lo que sucederá antes del ofrecimiento. “Véncete cada día desde el primer momento, levantándote en punto, a la hora fija, sin conceder ni un minuto a la pereza.” Si con la ayuda de Dios te vences, tendrás mucho adelantado para el resto de la jornada. ¡Desmoraliza tanto sentirse vencido en la primera escaramuza! (San Josemaría- Camino, 191)

En mi experiencia pastoral, quien puede vivir el “minuto heroico” en la mañana y a la noche va a la cama en el tiempo previsto, tiene la energía física y espiritual a lo largo del día para parar lo que este haciendo para cumplir los otros hábitos.

Segundo Hábito: Quince minutos de oración en silencio

El segundo hábito es por lo menos quince minutos de oración en silencio. Puedes agregar otros quince minutos extras en otro momento del día. Después de todo, ¿Quién no desea pasar más tiempo con tan excelente compañía? La oración es una conversación uno a uno, directa con Jesucristo, preferentemente frente al Santísimo Sacramento en el Sagrario. Esta es tu hora de la verdad o tu momento superior. Si lo deseas puedes abrirte y hablar acerca de lo que está en tu mente y en tu corazón.

Al mismo tiempo adquirirás el hábito de escuchar cuidadosamente y meditar como otra María (Lc. 10.38-42) para ver qué es lo que Jesús te está pidiendo y qué te quiere dar. Es aquí que nosotros comprendemos su dicho “Sin Mí, nada pueden hacer.”

Tercer Hábito: Quince minutos de lectura espiritual

El tercer hábito son quince minutos de lectura espiritual que usualmente consistirá en unos pocos minutos de sistemática lectura del Nuevo Testamento, para identificarnos con la Palabra y acciones de nuestro Salvador. El resto del tiempo en un libro clásico de espiritualidad católica recomendado por tu director espiritual.

En cierto sentido, es el más práctico de nuestros hábitos porque a través de los años leeremos varias veces la vida de Cristo y adquiriremos la sabiduría de los santos y de la Iglesia junto con la lectura de docenas de libros, los cuales enriquecerán nuestro intelecto. También podremos poner las ideas allí expresadas en acción.

Cuarto Hábito: Participar en la Santa Misa y Recibir la Santa Comunión en estado de gracia

El cuarto hábito es participar en la Santa Misa y recibir la Santa Comunión en estado de gracia. Este es el hábito más importante de todos los siete (cfr. Jn. 6, 22-65). Ella debe estar muy en el centro de nuestra vida interior y consecuentemente de nuestro día.

Este es el acto más íntimo, posible del hombre. Encontramos a Cristo vivo, participamos en la renovación de Su sacrificio por nosotros y nos unimos a su cuerpo y alma resucitado. Como el papa Juan Pablo II dijo en su Exhortación Apostólica Ecclesia in America “La Eucaristía es el centro viviente y eterno centro alrededor del cual la comunidad entera de la Iglesia se congrega” (n°35).

Quinto Hábito: Rezar cada día al mediodía el Angelus o Regina Coeli

El quinto hábito es rezar cada día el Angelus o Regina Coeli, invocando a Nuestra Santísima Madre de acuerdo al tiempo litúrgico. Esta es una costumbre católica que se remonta a muchos siglos. Este es un hermoso modo de honrar a Nuestra Señora por un momento. Como niños recordamos a Nuestra Madre durante el día y meditamos sobre la Encarnación y Resurrección de Nuestro Señor, el cual da sentido a toda nuestra existencia.

Sexto Hábito: El rezo del Santo Rosario cada día

El sexto hábito también es Mariano. El rezo del Santo Rosario cada día y la meditación de los misterios, los cuales versan sobre la vida de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Es un hábito que, una vez adquirido es difícil abandonar. Junto con la repetición de las palabras de amor a María y el ofrecimiento de cada decena por nuestras intenciones, nosotros tomamos un atajo hacia Jesús el cual pasa a través del corazón de María. El no puede rechazar nada de Ella.

Séptimo Hábito: Breve examen de conciencia por la noche antes de ir a la cama

El séptimo hábito es un breve examen de conciencia por la noche antes de ir a la cama. Te sientas, pides luces al Espíritu Santo y por varios minutos revisas tu día en presencia de Dios preguntándote si te has comportado como un hijo de Dios en el hogar, en el trabajo, con tus amigos. También miras una particular área, la cual tu tienes identificada con ayuda de tu director espiritual, quien conoce tus necesidades para mejorar y llegar a la santidad. También puedes hacer una rápida mirada para ver si has sido fiel en los hábitos diarios que hemos discutidos en este artículo. Luego haces un acto de gratitud por todo lo bueno que has hecho y recibido, y un acto de contrición por aquellos aspectos en los que voluntariamente has fallado.

Si una persona honestamente mirase su día, no importa cuán ocupado esté, (y nunca me pareció encontrarme con gente que no esté muy ocupada a no ser que esté permanentemente retirada), puede frecuentemente encontrar que usualmente mal gasta un poco de tiempo cada día.

Piensa, ¿qué necesidad hay de una taza de café extra cuando puedes usar ese tiempo para visitar el Santísimo Sacramento, quince minutos antes de comenzar el trabajo? O la media hora o mucho más, gastada mirando programas de televisión o videos. También es común, gastar tiempo durmiendo en el tren o escuchando la radio en el auto cuando puede ser usado para rezar el Rosario. Como también, ¿el diario no lo puedes leer en diez minutos en lugar de veinte dejando espacio para la lectura espiritual?

¿Y esa comida no podría hacerse en media hora dejando espacio para la Misa? No olvides que esta media hora es tiempo mal gastado cuando al final del día podrías haberla usado para una buena lectura espiritual, examinar tu conciencia e ir a la cama a tiempo para recuperar energías para las batallas del día siguiente. La lista continúa. Puedes hacer la tuya.

Sé honesto contigo y con Dios. Estos hábitos, vividos bien, nos capacitan para obedecer la segunda parte del gran mandamiento amar a los otros como a nosotros mismos. Estamos en la tierra como estuvo el Señor “para servir y no para ser servido.” Esto sólo puede ser alcanzado junto a nuestra gradual transformación en otro Cristo a través de la oración y los sacramentos.

Viviendo estos siete hábitos llegaremos a ser personas santas y apostólicas, gracias a Dios. Ten por seguro que, cuando caigamos en algo grande o pequeño, siempre tendremos un Padre que nos ama y espera en el Sacramento de la Penitencia y la devota ayuda de nuestro consejero espiritual para que volvamos a nuestro curso correcto.

(Fuente: Aleteia.org)

martes, 1 de septiembre de 2015

Intenciones del santo padre para el mes de setiembre

Intención Universal: para que crezcan las oportunidades de formación y de trabajo para todos los jóvenes.
Intención por la Evangelización: Para que la vida toda de los catequistas sea un testimonio coherente de la fe que anuncian.

sábado, 8 de agosto de 2015

Intenciones del Santo Padre para el mes de agosto 2015

Intención Universal: Para que quienes colaboran en el campo del voluntariado se entreguen con generosidad al servicio de los necesitados. Intención por la Evangelización: Para que, saliendo de nosotros mismos, sepamos hacernos prójimos de quienes se encuentran en las periferias de las relaciones humanas y sociales.

sábado, 1 de agosto de 2015

Intenciones del Santo Padre para el mes de agosto

Intención Universal: Para que quienes colaboran en el campo del voluntariado, se entreguen con generosidad al servicio de los necesitados.
Intención por la Evangelización; Para que, saliendo de nosotros mismos, sepamos hacernos prójimos de quienes se encuentran en las periferias de las relaciones humanas y sociales.

miércoles, 1 de julio de 2015

Intenciones del Santo Padre para el mes de julio

Intención Universal: Para que la responsabilidad política sea vivida a todos los niveles como una forma elevada de caridad.
Intención para la Evangelización: Para que, ante las desigualdades sociales, los cristianos de América Latina, den testimonio de amor a los pobres y contribuyan a una sociedad más fraterna.

viernes, 12 de junio de 2015

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús


¿Usted todavía no lleva un “Detente”?

 ¿Quienes insisten  en  presentarnos  la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús como algo anticuado? Pues  dos tipos de personas, los enemigos de la Fe por un lado y los “católicos” tibios por el otro. 

La devoción al Detente del Sagrado Corazón de Jesús  es más actual y necesaria que nunca para obtener de Dios, por mediación de María Santísima, aquello que hace 2000 años todos los verdaderos cristianos piden cuando rezan: 
“Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu voluntad así 
en la Tierra como en el Cielo”

El Beato Papa Pío IX (1846-1878) fue muy claro al expresar su firme esperanza en esta devoción:"La Iglesia y la sociedad no tienen otra esperanza sino en el Sagrado Corazón de Jesús, es Él quien curará todos nuestros males. Pregonad y difundid por todas partes la devoción al Sagrado Corazón, ella será la salvación del mundo”.
Esa práctica piadosa, en otros tiempos muy difundida entre los católicos, es un modo simple, pero espléndido, de manifestar  siempre  nuestra gratitud y amor al Sagrado Corazón, víctima de nuestros pecados. Y al mismo tiempo, recibimos de Él innumerables beneficios y una protección extraordinaria. 

Es un poderoso Escudo que la Divina Providencia colocó a nuestra disposición, a fin de protegernos contra los más diversos peligros que enfrentamos todos los días. Para eso, basta llevarlo consigo, sin necesidad de hacerlo bendecir, pues el Beato Papa Pío IX extendió su bendición a todos los Detentes.

El Detente, el Escudo del Sagrado Corazón de Jesús es un emblema con la imagen del Sagrado Corazón y la divisa: ¡Detente! El Corazón de Jesús está conmigo. ¡Venga a nosotros Tu Reino!

El uso del Detente es un medio de  manifestar  nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús; señal de nuestra confianza en su protección contra los ataques  del demonio y los peligros de todo tipo. 

Además, el Detente nos ayuda a recordar  las promesas del Sagrado Corazón de Jesús; es un símbolo de nuestra confianza en la protección divina, una señal de nuestra  súplica y fidelidad a Nuestro Señor y una petición para que Él haga nuestros corazones semejantes al suyo.
Origen del Escudo del Sagrado Corazón de Jesús o Detente. 

La piadosa práctica de llevar la imagen del Sagrado Corazón de Jesús bajo la forma de escapulario, fue recomendada por santa Margarita María de Alacoque . El Señor desea que se le mande hacer una lámina con la imagen de su Sagrado Corazón, a fin de que todos cuantos quieran rendirle sus homenajes , puedan tenerlas en sus casas, y otras pequeñas para llevarlas encima.
En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas: 

1- Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida. 
2- Les daré paz a sus familias.
3- Las consolaré en todas sus penas.
4- Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
5- Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
6- Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
7- Las almas tibias se volverán fervorosas.
8- Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
9- Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
10- Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
11- Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
12- Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.
El Santo Padre ,el Papa Pio IX,  bendijo el Detente con estas palabras : «Doy mi bendición a este Corazón de Jesús y quiero que todo lo que se haga conforme a este modelo reciba esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra
El «Detente» significa: ¡«Detente»! Satanás, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, infierno, que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi amor, mi esperanza, mi todo, está conmigo.

Vivimos en medio de una sociedad no cristiana , rodeados de tentaciones interiores y exteriores, pero tenemos el ”Detente “ para salir victoriosos.
(FUENTE: conocereisdeverdad.org)

lunes, 25 de mayo de 2015

Domingo 31 de mayo - Solemnidad de la Santísima Trinidad

Tal como Jesús ha prometido, el Espíritu Santo guía a la verdad plena. Después de celebrar la solemnidad de Pentecostés, la Liturgia nos invita a celebrar el misterio central de la fe y de la vida cristiana: el misterio de la Santísima Trinidad. En este domingo, la Iglesia pone una petición en nuestros labios: pedimos al Padre que nos conceda profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad todopoderosa. Tres acciones nos introducen en el Misterio: profesión de fe, conocimiento de la Gloria y adoración del Único Dios. En el Evangelio de este día, el mismo Jesús nos ayuda a poner en práctica estas acciones.

Profesa la fe quien la confiesa, es decir, quien la declara con los labios como expresión de lo que lleva en el corazón. La profesión de fe es respuesta a la Palabra de Dios. Dios ha hablado al hombre en su propio lenguaje, mediante palabras y obras, desvelando su misterio y su plan de salvación. Enviando al Hijo, la Revelación alcanza su plenitud. El Padre queda como mudo (san Juan de la Cruz), porque en Él nos lo ha dicho todo. El Hijo habla lo que oye al Padre. Es mucho lo que desea seguir comunicando, pero el corazón humano no es capaz de acogerlo todo. El Espíritu Santo, que el Padre envía por petición del Hijo, prepara nuestro corazón, capacitándolo para acoger y comprender las palabras de Jesucristo. Por eso, no es posible confesar la verdad de Dios sin la ayuda del Espíritu Santo. La debilidad nuestra, que impide cargar con las palabras del Hijo, es socorrida por el Espíritu que congrega en la Iglesia. Confesar la fe en la Trinidad implica entonces entrar en el coloquio amoroso de las Personas divinas desvelándonos su misterio y el nuestro. La confesión de la fe es siempre un acto eclesial. En la Profesión de fe trinitaria está la proclamación de lo que Dios realiza en favor nuestro: nos crea, nos redime, nos santifica. En la Profesión está el reconocimiento de nuestra dignidad: creados capaces de Dios, redimidos por su amor misericordioso, llamados a compartir la misma vida divina. Inquieto estará nuestro corazón mientras no descanse en Dios.

Conoce la Gloria quien entra en trato con el Hijo. Jesucristo nos llama a imitarle, a seguirle y a permanecer en Él. El Espíritu Santo glorifica al Hijo porque de Él recibe lo que nos comunica. El Hijo glorifica al Padre porque todo lo recibe de Él. El Padre es glorificado por la entrega del Hijo. Misterio admirable de donación y acogida, que permite distinguir a las Personas en la Unidad de Dios. Conoce la Gloria de la Trinidad quien es introducido en los lazos amorosos de la comunión trinitaria. «Ves la Trinidad si ves el amor» (san Agustín). ¡Bendita Gloria que nos vivifica! ¡Bendita vida que nace del conocimiento de Dios! ¡Benditos lazos de amor que nos hacen verdaderamente libres!

Adora al único Dios verdadero quien, iluminado por su Palabra, reconoce su propia estatura ante Él y se postra. La adoración de Dios dignifica al ser humano porque le sitúa ante su propia verdad. Él es el Creador y nosotros somos sus criaturas. Plasmado a su imagen, dotado de dignidad personal, capacitado por la gracia para ser morada de la Trinidad, el ser humano reconoce en el Amor de la Santísima Trinidad su origen y su meta. Celebrar la Trinidad es vivir en la verdad plena
Mons. José Rico Pavés

(Fuente: conocereisdeverdad.org)

sábado, 16 de mayo de 2015

La Ascensión del Señor

Ciertamente que en su vuelta al Padre, en su Ascensión, Jesús no se aleja de nosotros. Se substrae a nuestras miradas, pero no a los ojos del corazón: y, sin embargo, una cosa pido y esa buscaré, Señor: extendiendo mis brazos hacia ti, ruego que no me escondas tu Rostro.
 
Nos estás más cerca que nunca, nos eres el lejano más prójimo, el prójimo más próximo, más íntimo que lo que nos es más íntimo. Y, sin embargo, nos devora la nostalgia de tu presencia, ¡Señor!,  y tu ausencia se nos ha hecho la más deseada de las presencias.
 
Despidiéndote, Señor, nos llamaste amigos, colmaste nuestra alegría cuando nos confidenciaste todo lo de la casa de Dios, tu Padre, de Dios nuestro Abba. Te rogamos, entonces, que no dejes de  tratarnos como amigos tuyos, dándonos cita en la Carpa del encuentro;  conversa con nosotros tal como lo hacías con Moisés, cara a cara , tal como lo hace un amigo con su amigo, por eso, al igual que Moisés, te rogamos: “por favor, muéstranos tu gloria” .
 
Percibimos un murmullo,  una voz que susurra suavemente: “haré pasar junto a ti toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre del Señor, porque yo concedo mi favor a quien quiero concederlo y me compadezco de quien quiero compadecerme.  Pero no podrás ver mi Rostro,…, porque ningún hombre puede verme y seguir viviendo…. Cuando pase mi gloria, yo te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después retiraré mi mano y tú verás mis espaldas”
Jamás olvides lo que les transmití a través del discípulo amado: que la Ley fue dada por medio de Moisés,  la gracia y la verdad les han llegado por mí, ya que nadie ha visto jamás a Dios, el que lo ha mostrado es el Hijo del hombre, el Hijo único, que está en el seno del Padre.
 
Ten en cuenta, entonces, que soy la Carpa del encuentro hecha persona, ya que al hacerme Carne planté mi Carpa entre ustedes, para continuamente poder salir a su encuentro…,  el lugar no es otro que el camino de Damasco de cada uno de ustedes, similar al de Saulo, mi vaso de elección, cuando me perseguía en mis hermanos:
 
Cada vez que me dejas con hambre, desnudo y tiritando de frio, ó…, ó…,  en uno de mis hermanas y hermanos, los más humildes y pequeños, estás dejando de  descubrir mi Rostro en ellos… Enjúgales las lágrimas, consuélalos en su dolor, y mi Rostro no dejará de quedar impreso en tu corazón…, tal y como quedó en el lienzo de la Verónica.
P. Max Alexander.
(Fuente: conoceréis de verdad.org)

miércoles, 29 de abril de 2015

Grandes mujeres del luminoso fin del medioevo . SANTA CATALINA DE SIENA



(1347-1380). Fiesta: 30 de abril. Virgen, esposa mística de Cristo, segunda mujer proclamada Doctora de la Iglesia, dominica terciaria, consejera de papas, autora del "Diálogo".
Por el P. Jordi Rivero

Sus cortos 33 años de vida fueron de gran impacto para la Iglesia. Santa Catalina es una de las tres doctoras de la Iglesia, a pesar de que nunca tuvo una preparación académica formal y no sabía leer ni escribir (las otras dos doctoras son Santa Teresa de Avila y Santa Teresita del Niño Jesús). Sta. Catalina fue el instrumento que utilizó el Señor para que regresara el Papado de Aviñón (Francia), a Roma. Santa Catalina tenía un profundo amor a la Eucaristía, a la Stma. Virgen y a los pobres. Tuvo muchas experiencias místicas, entre ellas: El desposorio con Cristo, profecías, estigmas y ayunos de largos períodos, en los cuales se alimentaba solamente de la Eucaristía.
Breve Historia de Santa Catalina de Siena
En la fiesta de la Anunciación en el año 1347 nació en Siena, "la ciudad de la Virgen", una joven de un atractivo extraordinario y de una gran fuerza de voluntad. En solo 33 años de santidad heroica vivió, sufrió y murió por el Cuerpo Místico de su Amado Señor. Esta alma extraordinaria es conocida en la historia como Santa Catalina de Siena, una de las mas grandes de la Iglesia, y una de las mas fascinantes.
Durante su corta vida convirtió a muchos, de diferentes edades y clases, a una auténtica vida cristiana. Los que la conocían sabían que solo tenían que presentarle a Catalina un pecador, y por su sencilla pero profunda caridad, y por su corazón y personalidad, el pecador era movido a ser otro "catelinato", como le decían a sus seguidores en Siena.
Jesucristo es el centro de su vida

Catalina fue tan inmensamente devota a su Salvador que El fue el centro de todas sus muchas experiencias místicas. Pero veremos como la santa, tenia una muy tierna, amorosa y confiada relación con la Virgen Santísima, y en un número significante de eventos en su vida, fue en la Madre de Dios que ella buscó su refugio, o fue la Virgen la que vino en su ayuda.

Confianza y amor a la Virgen María 

Desde niña, empezó a orar a la Reina de Siena, y a menudo se le oía rezar el Ave María bajando las escaleras de su casa. Un día cuando tenía 6 años de edad y mientras caminaba por las calles de Siena con su hermano, elevó su mirada y de repente vio en el sobre el techo de la Iglesia de San. Domingo, al Rey de Reyes sobre un espléndido trono, vestido como el Papa con su corona Papal; y con el estaban San. Pedro, San. Pablo y San Juan. Jesús mirando con ternura a Catalina, despacio y solemnemente la bendijo, haciendo tres veces la señal de la Cruz sobre ella con su mano derecha, como lo hace un obispo.
Desde ese momento Catalina dejó de ser una niña, se enamoró profundamente de su amado Salvador. "esa visión y esa bendición fueron tan poderosas que después ella no pudo pensar en nada mas que en los ermitaños, y en como imitarlos."
El año siguiente, ante un cuadro de Nuestra Señora, se ofreció al Señor que la había bendecido. En este momento tan crucial oró a la Virgen: "¡Santísima Virgen, no mires mi debilidad, sino dame la gracia de tener como esposo a aquel a quién yo amo con toda mi alma, tu Santísimo Hijo, Nuestro Único Señor, Jesucristo! Le prometo a Él a ti, que nunca tendré otro esposo".

Solo Jesucristo será su esposo
Cuando Catalina tenía doce años, su familia quería obligarla a contraer matrimonio. Ella, después de consultar con un sacerdote dominico acerca de su voto de castidad y como defenderlo ante esta amenaza, se cortó el pelo, como señal de haber ¨cortado¨ con el mundo. Sus padres hacían todo lo posible por impedir que ella tuviera tiempo de oración y soledad. La pusieron a trabajar a toda hora, tratándola muy mal, como sirviente de la familia. Catalina humildemente aceptó este rechazo de su familia, y actuaba como si estuviese en la casa de Nazaret, tomando como a su única madre a la Virgen Santísima.
Sus hermanas y amistades la persuadieron a que participara en sus diversiones y vanidades. Pero pronto se arrepintió y le dolió aquello por el resto de su vida. Lo consideró como la mayor infidelidad a su esposo del cielo de la cual ella fue culpable. La muerte de su hermana mayor, Bonaventura, ocurrida poco después, confirmó sus sentimientos.

Modelo de virtud antes de sus quince años de edad
Con su ejemplo de humildad, obediencia y caridad ante su familia, los conquistó y entonces le permitieron ser miembro de la Tercera Orden de Santo Domingo y tener un cuarto privado. Allí comenzó a hacer actos de mortificación heroicos. Se alimentaba principalmente de hierbas y vestía con telas muy crudas. Asistía con gran generosidad a los pobres, a los enfermos, consolaba a los presos. Su sometimiento de la propia voluntad al Señor, aun en sus penitencias, daba verdadero valor a lo que hacía.
Pero sus experiencias místicas no le quitaban las pruebas. Sufría por su temperamento al que dominaba con gran paciencia y por los baños calientes que le ordenaron los médicos. En medio de sus dolencias oraba sin cesar para expiar sus ofensas y purificar su corazón.

Recibe el hábito de la tercera orden dominica 
En la noche anterior a su profesión en la orden, después de pasar por una severa prueba en la cual el demonio se le apareció como un caballero muy guapo y elegante y le ofreció un traje de ceda con joyas brillantes, Catalina se tiró sobre el crucifijo y gritó: "¡Mi único, mi amado esposo, Tu sabes que jamás he deseado a nadie mas que a ti. Ven en mi ayuda, mi amado Salvador!".
De pronto, frente a Catalina estaba la Madre de Dios, teniendo en sus manos un traje de oro, y con su voz suave y tierna, la Virgen le dijo: "Este vestido, hija mía, lo he traído del corazón de mi Hijo. Estaba escondido en la herida de su costado como en una canasta de oro, y te lo hice con mis propias manos." Entonces con ferviente amor y humildad, Catalina inclinó su cabeza, mientras la Virgen le imponía este vestido celestial".
Por fin, en 1635, a los 18 años (según algunos escritores a los 20 años), recibió el hábito de la tercera orden dominica.
Durante tres años después de recibir el hábito, Catalina vivió, en la santa soledad de su pequeño cuarto y en su capilla favorita. Allí pasó un entrenamiento estricto basado en la auto-negación y desarrollo espiritual bajo la dirección personal de Cristo y de su Madre. No hablaba sino con Dios, la Virgen y su confesor.


Severos ataques del demonio 
La serpiente, viendo su vida angelical, la asaltaba buscando destruir su virtud. Llenaba su imaginación con las mas sucias representaciones y asaltaba su corazón con las mas bajas y humillantes tentaciones. Después su alma quedaba en una nube de oscuridad, las mas severa prueba imaginable. Se veía a si misma cientos de veces al borde del precipicio, pero siempre sostenida por una mano invisible. Sus armas eran la oración ferviente, la humildad, resignación y confianza en Dios. Así venció las pruebas que sirvieron mucho para purificar su corazón. Nuestro Señor la visitó después y ella le dijo: "¿Dónde estabas, mi divino Esposo, mientras yo yacía en tan temible condición de abandono?". Jesús le contestó: "Estaba contigo". "¡¿Cómo?! -replicó ella- ¡¿entre las sucias abominaciones en que infectaban mi alma?!. El le dice "Eran desagradables y sumamente dolorosas para ti. Este conflicto, por lo tanto, fue tu mérito, y la victoria sobre ellas, fue debido a mi presencia."
El enemigo también la invitaba al orgullo, sin escatimar ni violencia ni estrategia alguna para seducirla a sus vicios. Pero la humildad era su defensa. Dios la recompensó con su caridad para los pobres y muchos milagros.

Nupcias con Jesús
Un día jueves después de que Catalina había orado todo el día con extraordinaria fe, Nuestro Señor se le apareció y le dijo: "Ya que por amor a Mi has renunciado a todos los gozos terrenales y deseas gozarte solo en Mi, he resuelto solemnemente celebrar Mi esposorio contigo y tomarte como mi esposa en la fe".
Mientras el Señor hablaba, aparecieron muchos ángeles, su Santísima Madre, San Juan, San Pablo y Sto. Domingo (ella era de su orden). Y mientras el Rey David tocaba una dulce música en su arpa, nuestra amorosa Madre tomó la mano de Catalina y la puso en la mano de su Hijo. Entonces Jesús, puso un anillo de oro en el dedo de Catalina, y dijo: "Yo, tu creador y Salvador, te acepto como esposa y te concedo una fe firme que nunca fallara.. Nada temas. Te he puesto el escudo de la fe y prevalecerás sobre todos tus enemigos".

Guía de papas y pobres.
Con la fortaleza recibida del Señor, Catalina continuó creciendo en su fervor y efectividad en el apostolado, primero entre la gente de Siena, luego en Pisa, en Florencia, y eventualmente en las ciudades Papales de Avignón y Roma. Catalina fue atrayendo a un grupo de devotos amigos. Todos sus discursos, acciones y hasta su silencio inducía al amor a la virtud. Según el papa Pío II, nadie se acercó a ella que no se fuera mejor.
Estableció una inspiradora correspondencia que alcanzó seis volúmenes. Comenzaba todas sus cartas con estas palabras: "En el nombre de Jesucristo Crucificado y de la dulce María".
Santa Catalina llegó a influenciar a dos papas, numerosos prelados y religiosos. Mas que ningún otro factor, fueron las oraciones y sacrificios de esta joven esposa de Cristo, las que le permitieron ser instrumento de mensajes divinos que llegaron a ser escuchados por el papa.

La conversión de Nannes
Nannes, un poderoso personaje, fue llevado ante la santa. Nada de lo que ella le decía parecía tener efecto. Entonces Catalina hizo una pausa repentina para ofrecer oraciones por el. En ese mismo instante el joven comenzó a llorar, profundamente convertido. Se reconcilió con sus enemigos y se dedicó a la penitencia. Cuando mas tarde Nannes tuvo muchas calamidades temporales, la santa se alegraba entendiéndolo como para su bien espiritual. "Dios purgó su corazón", dijo Catalina, "del veneno con que estaba infectado por su gran apego a las criaturas". Nannes dio a Catalina una mansión la cual ella, con la aprobación del papa, convirtió en un convento.
Fueron muchas las conversiones impresionantes que se lograron por su mediación. Entre ellas, durante la pestilencia de 1374, en la que sirvió a los enfermos, las de dos santos dominicos, Raimundo de Capua y Bartolomé de Siena. Los pecadores mas empecinados se ablandaban ante el poder de sus exhortaciones.

Tenía el don de sanación.
Catalina tenía gran compasión por los enfermos y los atendía con esmero. En una visita a Pisa, enviada por sus superiores, sanó a muchos enfermos y aún a mas almas.

Intercede por un condenado a muerte
Como Catalina dedicaba toda su vida enteramente al servicio del Crucificado y de su dulce Madre, ésta a menudo venía en su auxilio. En ocasiones en que Catalina tenía entre manos la conversión de un endurecido pecador, se dirigía con confianza a la Madre de Misericordia. A través de la Virgen Santísima logró la gracia de la resignación y de la paz para un joven condenado a la decapitación y pudo estar con el hasta el final.
"Esperé por el en el lugar de la ejecución, esperé en oración continua y en la presencia de María y antes que el llegase, puse mi cabeza sobre el ladrillo y oré suplicándole al cielo, repitiendo: "¡María!". Quería obtener la gracia de que ella, en el último momento, le diera luz y paz. Y María no me defraudó".

Milagros al servicio de los pobres
En al menos dos ocasiones Catalina recibió ayuda sobrenatural de parte de la Virgen cuando preparaba comida para los demás. Una vez cuando estaba horneando pan para su familia, la otra vez fue durante una epidemia, donde por la misma cantidad de harina que tenían todos los demás, logró sacar cinco veces mas pan.
No debemos olvidar que Jesús le concedía tanto porque ella por su parte era siempre fiel, presta para sufrirlo todo y pasar las mayores pruebas por Su amor.
El mayor de los milagros posiblemente fue su paciencia ante los severos ataques y reproches aun de personas desagradecidas que ella había beneficiado con sus servicios. Así fue el caso de una mujer leprosa a quién todos habían abandonado y que Catalina cuidó con esmero. Su cuidado continuó igual a pesar de los insultos de la mujer. Atendió a otra mujer cancerosa. Por mucho tiempo Catalina vencía su natural desagrado y chupaba y vestía sus llagas. Esta sin embargo publicó contra Catalina las calumnias mas infames, las que fueron secundadas por una hermana del convento. Catalina sufrió en silencio la persecución violenta. y continuó con afecto sus servicios hasta que con su paciencia y oración obtuvo de Dios la conversión de ambas.



Un noble secretario
Esteban fue uno de los discípulos mas cercanos a Catalina. Hijo de un senador de Siena, este noble había sido reducido a ruina por sus enemigos. La santa le enseño el camino del Evangelio y la renuncia a las cosas del mudo. Se hizo secretario de la santa y compiló sus palabras y cartas. Fue su compañero en los viajes a Avignón, Florencia y Roma. Mas tarde, por consejo de la santa, Esteban se hizo monje Cartujo. Asistió a la santa en su muerte y escribió su vida.
El Dialogo de Santa Catalina de Siena
Fue en el "día de María", como Catalina llamaba al sábado, que empezó a escribir su famoso "Dialogo", un tratado inspirado sobre las virtudes cristianas.

La Virgen le da un confesor
Catalina había orado por muchísimo tiempo para conseguir un buen confesor y director espiritual. Ella, como todos los santos, comprendía la importancia de ser guiada por un santo pastor de almas. Un día, durante la misa en la iglesia dominica de Santa María Novella, en Florencia, le pareció a la santa que la Virgen estaba de pie a su lado y le indicaba un sacerdote para que fuera su guía: el Padre Raimundo de Capua. Este se convirtió en el director espiritual de Catalina. Después de muchos años de una relación muy fructífera, le llamó: "mi Padre y mi hijo, quién mi dulce Madre María me regaló". El por su parte creció mucho espiritualmente gracias a la inspiración de la santa y llegó a ser beatificado.
La momia hallada hace unos meses en el altar mayor del Santuario de la Peregrina de Sahagún (León) España, escondía debajo, en el mismo féretro, un sello de bronce del Papa Gregorio XI, del siglo XIV, lo que hace aumentar la expectación sobre la relevancia del personaje allí enterrado. 2009.VII.01

Inspira el retorno del papado a Roma
En 1375 Florencia, Perugia, una gran parte de la región Toscana de Italia y hasta de los Estados Pontificios, entraron en liga contra la Santa Sede. El corazón de Catalina, que tres años antes había profetizado estos eventos, se traspasó de dolor. Por sus oraciones y esfuerzos, muchas ciudades, entre ellas Arezzo, Lucca y Siena se mantuvieron fieles al Papa.

El Papa Gregorio XI que residía en Avignón, al no conseguir nada con sus cartas a Florencia, envió un ejército a esta ciudad. Las divisiones internas causaron que los florentinos buscaran reconciliación. Le pidieron a Santa Catalina que fuera mediadora. La santa llegó a Avignón el 18 de junio de, 1376. El Papa se reunió con ella y con gran admiración por su prudencia y santidad, le dijo: "No quiero otra cosa sino paz. Pongo este asunto enteramente en tus manos".
El papado se encontraba en Avignón, (hoy parte de Francia), desde el 1314, cuando fue electo Papa el francés que tomó el nombre Juan XXII. Sus sucesores también vivieron en Avignón. El Papa es el obispo de Roma, por lo que los romanos protestaban que su obispo los había abandonado por setenta y cuatro años y amenazaban con un cisma. Gregorio XI había hecho un voto secreto de regresar a Roma, pero no se decidía al notar la resistencia de su corte. Aprovechando la presencia de Catalina en Avignón, le consultó el caso. "Cumpla lo que le ha prometido a Dios", fue la respuesta de Catalina. La santa recibió del Señor la certeza de que el papa debía regresar a Roma y aquél fue el momento en que se lo pudo comunicar. El papa, sorprendido de que supiese por revelación lo que el no había confiado a nadie, decidió cumplir con su traslado a Roma. Catalina le escribió en varias ocasiones animándole a apresurar su retorno a Roma. El Papa salió de Avignón el 14 de septiembre de 1376.
No tardaron en aparecer las envidias y las preguntas farisaicas de los que deseaban atrapar a la santa. Pero se quedaban asombrados ante sus respuestas a las preguntas mas difíciles sobre la vida interior y otros temas. Por otro lado, los florentinos continuaban en sus intrigas contra el papa por lo que este envió a Catalina a vivir en esa ciudad. Allí sufrió muchísimo y en varias ocasiones peligraba su vida. Pero al final, en 1378, logró la reconciliación de esta ciudad con el sucesor de Gregorio, el Papa Urbano VI.

Gusto por la vida contemplativa
En seguida Catalina volvió a Siena para continuar su vida solitaria de oración intensa. Algunas de sus meditaciones fueron recogidas en el tratado Sobre la Providencia.
Por años vivió en abstinencia rigurosa, de tal manera que prácticamente se alimentaba solo de la Eucaristía. En una ocasión ayunó desde el miércoles de ceniza hasta el día de la Ascensión, recibiendo solamente la Sagrada Hostia.

La corona de espinas
En una visión, El Señor le presentó dos coronas, una de oro y la otra de espinas, invitándola a escoger la que mas le gustara. Ella respondió: "Yo deseo, oh Señor, vivir aquí siempre conformada a tu pasión y a tu dolor, encontrando en el dolor y el sufrimiento mi respuesta y deleite." Entonces, con decisión tomó la corona de espinas y la presionó con fuerza sobre su cabeza.

Experiencias místicas con la Virgen
Dos veces, en fiestas litúrgicas especiales, la Virgen le ayudó milagrosamente. Durante una Misa de año nuevo, Catalina estaba tan sobrecogida por la emoción, que cuando se puso de pie para ir a recibir comunión estuvo a punto de caer. La Virgen, con sus manos tiernas y al mismo tiempo fuertes, la sostuvo hasta que se recuperó.
Un día de la Asunción, que tradicionalmente era la fiesta mas grande del año en Siena, la ciudad de la Virgen, Catalina estaba muy enferma en cama, y deseaba intensamente por lo menos poder ver la catedral. De pronto se encontró en el atrio de la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora, y pudo caminar perfectamente y participar en la Misa solemne dedicada a la Virgen.

El niño Jesús 
Catalina tenía gran devoción al Niño Jesús. Una noche de Navidad, mientras oraba con sus hermanas de la tercera orden en la Iglesia de San. Domingo, se le concedió una visión muy impresionante: La Virgen María de rodillas adorando en oración ferviente al recién nacido, el Divino Niño. Catalina estaba tan sobrecogida que suplicó humildemente a la Virgen que le permitiera cargar al Niño por un momento. Con una sonrisa afectuosa, la Virgen tomo el Niño y se lo entregó a Catalina, quien teniéndolo en sus brazos, lo beso y le susurró en el oído los nombres de todos sus seres queridos.
Poco antes de morir, en el adviento, Santa Catalina escribió estas palabras a una amiga: "Te pido, en este dulce tiempo de adviento y de la fiesta de la Navidad, que visites el pesebre donde posa el Manso Cordero. Allí encontrarás también a María, una extranjera y un exilio, en tan gran pobreza que no tiene con que vestir al Hijo de Dios, o fuego con que calentarlo....Asegúrate de recurrir siempre a la Virgen Santísima, abrazando siempre la cruz."

Las turbulencias políticas continúan 
En 1378 ocurre el gran cisma de la Iglesia. Al morir Gregorio XI, el papa Urbano VI fue electo. Más tarde muchos cardenales declararon la elección nula y eligieron un nuevo papa, Clemente VII. Con él, se fueron a Avignón.
Santa Catalina sufrió muchísimo por Jesús y su Iglesia. Escribió a los cardenales y príncipes de varios países implorándoles que reconozcan al papa Urbano y así acabar con el cisma. También escribió al mismo papa Urbano exhortándole a dominar su difícil temperamento que había sido en parte causa de la división. El papa la escuchó y le pidió ir a Roma para ayudarle a persuadir a los cismáticos. Trabajando en esa misión en Roma, la santa se enfermó y murió el 29 de abril de 1380, a la edad de treinta y tres años.
Fue enterrada en Roma, en la iglesia de Minerva, donde hoy día puede visitarse su cuerpo que yace bajo el altar tras un panel de cristal. Su cabeza está en la iglesia de Sto. Domingo en Siena, en cuya ciudad también se puede visitar su casa, ver sus instrumentos de penitencia y otras reliquias.
Para apreciar la vida de la santa, tan engalanada con dones extraordinarios, no podemos olvidar su incondicional amor a la cruz. Tuvo grandes y prolongados sufrimientos, tanto los físicos como los del corazón. Cuando se ama mucho se sufre por el amado. Ella sufría las ofensas contra Jesús, contra Su Madre, contra la Iglesia, contra los pobres. Sufría por los pecadores. Aunque muchos la admiraban, muchos también la tildaban de farsante y la hacían sufrir. Sus virtudes heroicas la hicieron victoriosa sobre sus pasiones en las pruebas mas difíciles. Es por todo esto que la debemos admirar y nos sirve de insiración para nosotros buscar la santidad. En Santa Catalina vemos lo que Dios puede hacer con un corazón que se deja traspasar de amor por El y por la Virgen.

Canonizada por el Papa Pío II en 1461. 
-Urbano VIII transfirió su festividad al 30 de abril
¡Santa Catalina de Siena..... Ruega por nosotros! 



jueves, 2 de abril de 2015

La Iglesia ofrece el Sacrificio Eucarístico

Toda la Iglesia se une a la ofrenda y a la intercesión de Cristo. Encargado del ministerio de Pedro en la Iglesia, el Papa es asociado a toda celebración de la Eucaristía en la que es nombrado como signo y servidor de la unidad de la Iglesia universal. El obispo del lugar es siempre responsable de la Eucaristía, incluso cuando es presidida por un presbítero; el nombre del obispo se pronuncia en ella para significar su presidencia de la Iglesia particular en medio del presbiterio y con la asistencia de los diáconos.
La comunidad intercede también por todos los ministros que, por ella y con ella, ofrecen el sacrificio eucarístico:
Que sólo sea considerada como legítima la eucaristía que se hace bajo la presidencia del obispo o de quien él ha señalado para ello (S. Ignacio de Antioquía, Smyrn. 8,1).
Por medio del ministerio de los presbíteros, se realiza a la perfección el sacrificio espiritual de los fieles en unión con el sacrificio de Cristo, único Mediador. Este, en nombre de toda la Iglesia, por manos de los presbíteros, se ofrece incruenta y sacramentalmente en la Eucaristía, hasta que el Señor venga (PO 2).
A la ofrenda de Cristo se unen no sólo los miembros que están todavía aquí abajo, sino también los que están ya en la gloria del cielo: La Iglesia ofrece el sacrificio eucarístico en comunión con la santísima Virgen María y haciendo memoria de ella así como de todos los santos y santas. En la Eucaristía, la Iglesia, con María, está como al pie de la cruz, unida a la ofrenda y a la intercesión de Cristo.
El sacrificio eucarístico es también ofrecido por los fieles difuntos "que han muerto en Cristo y todavía no están plenamente purificados" (Cc. de Trento: DS 1743), para que puedan entrar en la luz y la paz de Cristo:
Enterrad este cuerpo en cualquier parte; no os preocupe más su cuidado; solamente os ruego que, dondequiera que os hallareis, os acordéis de mi ante el altar del Señor (S. Mónica, antes de su muerte, a S. Agustín y su hermano; Conf. 9,9,27).

A continuación oramos (en la anáfora) por los santos padres y obispos difuntos, y en general por todos los que han muerto antes que nosotros, creyendo que será de gran provecho para las almas, en favor de las cuales es ofrecida la súplica, mientras se halla presente la santa y adorable víctima...Presentando a Dios nuestras súplicas por los que han muerto, aunque fuesen pecadores,... presentamos a Cristo inmolado por nuestros pecados, haciendo propicio para ellos y para nosotros al Dios amigo de los hombres (s. Cirilo de Jerusalén, Cateq. mist. 5, 9.10).
S. Agustín ha resumido admirablemente esta doctrina que nos impulsa a una participación cada vez más completa en el sacrificio de nuestro Redentor que celebramos en la Eucaristía:
Esta ciudad plenamente rescatada, es decir, la asamblea y la sociedad de los santos, es ofrecida a Dios como un sacrificio universal por el Sumo Sacerdote que, bajo la forma de esclavo, llegó a ofrecerse por nosotros en su pasión, para hacer de nosotros el cuerpo de una tan gran Cabeza...Tal es el sacrificio de los cristianos: "siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo" (Rm 12,5). Y este sacrificio, la Iglesia no cesa de reproducirlo en el Sacramento del altar bien conocido de los fieles, donde se muestra que en lo que ella ofrece se ofrece a sí misma (civ. 10,6).
(Fuente: conoceréis de verdad org)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...