Tras la muerte y resurrección de Cristo, en la Iglesia tiene lugar una nueva relación entre Dios y cada hombre y mujer.
El don de la participación en la vida de la Trinidad se expresa en una nueva
relación entre Dios y el hombre; el elemento principal de esta relación es la
Iglesia.
La Iglesia, que Jesús vino a fundar sobre la Tierra, es la comunidad de los
hijos que son tales en el Hijo, amados en el Amado. Es la Iglesia del amor.
Todo en la Iglesia viene del amor de la Trinidad. El corazón de la Iglesia es
el «ágape», el amor que viene de lo alto y regresa a lo alto, convirtiéndose en
la regla de vida de los discípulos de Jesús.
La Iglesia procede de Dios, de la Trinidad; Dios ha tenido tiempo para el
hombre y los días del hombre se han convertido en el tiempo penúltimo, ese
mientras tanto, que tiene lugar entre la
primera venida y su regreso.
En la escuela de María aprendemos a actuar siguiendo a Aquel que nos ha revelado al Dios Trinidad Amor, es decir, en la caridad.
(Fuente: Conoceréis de verdad.org)
No hay mejor escuela ni mejor maestra ni mejor ejemplo para conocer y darse cuenta de quién, como y hasta cuanto nos quiere Dios. Un abrazo
ResponderEliminar¡Hola! La Iglesia nos la dejó Jesús para que los cristianos estuviésemos unidos a El, en el momento de la Eucarística por siempre.
ResponderEliminarUna reflexión muy profunda.
Con su permiso, me uno a su blog.
Un saludo!
¡Hola! La Iglesia nos la dejó Jesucristo para que los cristianos estuviésemos unidos a El a través de la Eucaristía por siempre. ¿verdad?
ResponderEliminarUna entrada muy profunda.
Con su permiso me uno a su blog.
Un saludo!