El título de esta entrada tiene que ver con una cuestión que hoy tiene mucha prensa. De este tema se "cuelgan" muchos que pretenden con él hacer algo de ruido en contra de la Iglesia católica, aunque toquen de oído. Aquí el autor, José Miguel Araiz, puntualiza con acierto las respuestas a los argumentos en contra del celibato eclesiástico. Sugiero una lectura atenta, que servirá para dar respuestas sensatas.
El celibato sacerdotal para
el rito latino de la
Iglesia Católica es una de las disciplinas más comúnmente
cuestionadas hoy día, e inclusive se pueden encontrar católicos abogando por
que los sacerdotes se casen. Aquí encontrarás un resumen del tema para
disipar las dudas sobre el mismo.
Punto
1 – El celibato no es una doctrina, es una disciplina.
Hay que comenzar por aquí, ya
que el común popular suele confundir entre aquello que es disciplina
eclesiástica con aquello que es netamente dogmático y doctrinal. Es importante
entender esto, porque los dogmas de fe no cambian (aunque pueda crecer el entendimiento
y comprensión del mismo a través de la historia), mientras que aquello que es
disciplina eclesiástica puede cambiar de acuerdo al contexto histórico de la
situación y al juicio de la
Iglesia. Esto quiere decir que el celibato sacerdotal si
pudiera llegar a ser opcional en un futuro para los sacerdotes del rito latino,
al igual que lo fue en tiempos pasados.
Punto
2 – Razones del celibato.
El celibato era muy valorado
por Cristo y los apóstoles como la máxima expresión de desprendimiento de quien
quiere dedicarse de lleno al servicio del Señor. Un episodio interesante donde
salió a colación el tema del celibato curiosamente ocurrió cuando Jesús hablaba
del matrimonio.
“Y sucedió que, cuando
acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al
otro lado del Jordán. Le siguió mucha gente, y los curó allí. Y se le acercaron
unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su
mujer por un motivo cualquiera?» El respondió: «¿No habéis leído que el Creador,
desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el
hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una
sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que
Dios unió no lo separe el hombre.» Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió
dar acta de divorcio y repudiarla?» Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la
dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al
principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por
fornicación - y se case con otra, comete adulterio.» Dícenle sus discípulos:
«Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta
casarse.» Pero él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a
quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno
materno, y hay
eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos.
Quien pueda entender, que entienda.» ” Mateo 19,1-12
Habla aquí Jesús habla de
aquellos que “nacieron eunucos del seno
materno” y de aquellos que “se
hacen a sí mismos eunucos”. Diferencia así aquel que por condición
propia de nacimiento está incapacitado para el matrimonio, y aquel que no
estándolo opta por amor al reino de los cielos a “hacerse eunuco” o “célibe”.
Ahora ¿Por qué alguien se
tendría que “hacerse eunuco por el reino de los cielos?”, la razón es evidente: Es el estado
perfecto para dedicarse de lleno al servicio de Dios.
San Pablo también da la misma
recomendación: Optar por el celibato para servir a Dios “sin división”. Quien no pueda contenerse
que se case, pero quien no se casa obra mejor. A este respecto recomiendo leer
todo el capítulo 7 de la primera carta a los Corintios.
Algunos extractos
importantes:
“En cuanto a lo que me
habéis escrito, bien
le está al hombre abstenerse de mujer. No obstante, por razón de la impureza,
tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su marido.” 1
Corintios 7,2-1
“No obstante, digo a
los célibes y a las viudas: Bien
les está quedarse como yo. Pero si no pueden contenerse, que se casen; mejor es
casarse que abrasarse.” 1 Corintios 7,8-9.
“Acerca de la
virginidad no tengo precepto del Señor. Doy, no obstante, un consejo, como
quien, por la misericordia de Dios, es digno de crédito. Por tanto, pienso
que es cosa buena, a causa de la necesidad presente, quedarse el hombre así.
¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿No estás unido a mujer? No
la busques. Mas, si te casas, no pecas. Y, si la
joven se casa, no peca. Pero todos ellos trendrán su tribulación en la carne,
que yo quisiera evitaros.” 1 Corintios 7,25-28
El texto más claro y donde da
la razón por la cual el celibato es la mejor opción sin duda es este:
“Yo os quisiera libres
de preocupaciones. El no
casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. El casado
se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer; está por tanto
dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella,
se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el espíritu.
Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Os
digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a
lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división.” 1
Corintios 7,32-35
Concluye así:
“Por tanto, el que se
casa con su novia, obra bien. Y el
que no se casa, obra mejor.” 1 Corintios 7,38
Es lógico que tomando en
cuenta estos consejos la
Iglesia Católica haya optado para el sacerdocio del rito latino
el celibato como una disciplina. Gracias a esto el sacerdote puede estar libre
y dedicado 100% a la obra de Dios, y no dividirse en atender las cosas de su
esposa e hijos.
Punto
3 – Algunas objeciones contra el celibato.
3.1. La Biblia dice que el obispo
debe ser casado.
“El motivo de haberte
dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y
establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené. El
candidato debe ser irreprochable, casado una sola vez,
cuyos hijos sean creyentes, no tachados de libertinaje ni de rebeldía.” Tito
1,5-6
Este argumento es bastante
flojo. Una simple lectura del mismo permite darse cuenta de que no está
diciendo que el obispo DEBE estar casado, sino que si va a estarlo, debe
estarlo 1 SOLA VEZ (y no más de una). Hoy día quizá eso nos parezca evidente,
dado que todo (o casi todo) el que está casado hoy, tiene una sola esposa, pero
en una época donde a la
Iglesia cristiana tenía recién convertidos del paganismo y
del judaísmo, podían encontrarse algunos que hubieran sido polígamos y otros
divorciados y vueltos a casar, por lo que es normal que se pongan este tipo de
limitaciones.
Esta aclaración incluso sería
innecesaria analizando la
Escritura en su totalidad. Absurdo sería a Pablo verlo
hablando sobre que “el que no se casa, obra mejor”, “bien les está quedarse
como yo”, etc. etc. cuando por otro lado dice que hay que casarse. Y es que el
mismo y otros apóstoles, sin mencionar al mismo Jesús eran célibes.
3.2.
El sacerdote debe ser casado para dar el ejemplo.
Un argumento que es utilizado
a menudo por pastores protestantes, pero que si bien suena bonito, carece
completamente de sustento escriturístico. Dado que afirman regirse por la Sola Scriptura , el
argumento es una absoluta contradicción a lo que suelen pregonar.
Como vimos anteriormente, ni
Pablo ni Jesús mencionaron que había que casarse para dar el ejemplo, de hecho,
de ser así ellos concientes de ser ejemplo y modelo para el cristiano mismos lo
hubieran hecho y no lo hicieron. Pablo mismo manda a ser “imitadores suyos” (Efesios 5,1) y no solo
Jesús y él fueron célibes, sino otros apóstoles y profetas como Juan el
evangelista, Juan Bautista, etc. (en el antiguo testamento vemos que Moisés
incluso llegó a despedir a su esposa para dedicarse de lleno a su misión).
3.3.
El sacerdote célibe es más propenso a cometer inmoralidades (pedofilia,
homosexualidad).
Un trillado mito sobre el
celibato sobre el cual se ha escrito mucho. Basta decir que no hay tiempo de
abstinencia por más prolongado que sea que venga a hacer que una persona normal
comience a desear infantes o a personas del mismo sexo. Quienes cometen este
tipo de abusos, tienen desviaciones de otra índole, que no dependen de si está
casado o no y tampoco se van a solventar si se casa o no. De hecho, los mismos
casos ocurren entre pastores protestantes que no son célibes. Un sonado caso lo
vimos con el pastor protestante Ted Haggard (presidente de la asociación
nacional de evangélicos de Estados Unidos), quien a pesar de estar casado
mantenía relaciones homosexuales con un prostituto gay, y como este muchos
otros casos.
3.4.
El celibato es una doctrina de demonios de la que habla la Biblia.
“El Espíritu dice
claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe entregándose
a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas, por la hipocresía de
embaucadores que tienen marcada a fuego su propia conciencia; éstos prohíben el
matrimonio y el uso de alimentos que Dios creó para que fueran comidos con
acción de gracias por los creyentes y por los que han conocido la verdad.” 1
Timoteo 4,1-3
Este es otro argumento
bastante flojo porque omite la diferencia entre el celibato (un voto de
castidad voluntario que toman aquellos que quieren ser sacerdotes del rito
latino, pero que bien pueden declinar) a la afirmación del matrimonio en sí
como un acto ilícito y pecaminoso, del cual habla Pablo. Y es que habrían
herejías surgidas del gnosticismo que llegarían al extremo de prohibir el
matrimonio considerándolo intrínsecamente pecaminoso.
Pero quienes utilizan este
argumento terminan adoptando una interpretación contradictoria e inconexa al
mismo pensamiento de Pablo. De hecho en la misma carta Pablo habla de una orden
de viudas que hacían votos de castidad:
“Que la viuda que sea
inscrita en el catálogo de las viudas no tenga menos de sesenta años, haya
estado casada una sola vez, y tenga el testimonio de sus buenas obras: haber
educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los
santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de
buenas obras. Descarta,
en cambio, a las viudas jóvenes, porque cuando les asaltan los placeres
contrarios a Cristo, quieren casarse e incurren así en condenación por haber
faltado a su compromiso anterior. Y además, estando
ociosas, aprenden a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que se
vuelven también charlatanas y entrometidas, hablando de lo que no deben.
Quiero, pues, que las jóvenes se casen, que tengan hijos y que gobiernen la
propia casa y no den al adversario ningún motivo de hablar mal;” 1 Ti 5,9-14
Leyendo detenidamente el
texto anterior se puede concluir:
1) Existía en aquel tiempo
una orden de viudas que hacían voto de castidad y celibato (Pablo hace
referencia a el como el “catálogo de las viudas”)
2) Ordena que para dicha orden hay que descartar a las viudas jóvenes.
3) La razón es que luego “quieren casarse” e “incurren en condenación por faltar a su compromiso anterior” . Se deduce que su compromiso anterior va en contra de su posterior deseo de casarse (voto de castidad). Se puede deducir también que la razón de esta orden es que ya se hubieran presentado precedentes de mujeres jóvenes que ingresaron a esta orden haciendo su voto y luego faltaron a su voto al querer casarse.
2) Ordena que para dicha orden hay que descartar a las viudas jóvenes.
3) La razón es que luego “quieren casarse” e “incurren en condenación por faltar a su compromiso anterior” . Se deduce que su compromiso anterior va en contra de su posterior deseo de casarse (voto de castidad). Se puede deducir también que la razón de esta orden es que ya se hubieran presentado precedentes de mujeres jóvenes que ingresaron a esta orden haciendo su voto y luego faltaron a su voto al querer casarse.
Ahora ¿Predicaba Pablo
doctrinas de demonios o diferenciaba entre la prohibición del matrimonio del
voto voluntario del celibato como compromiso ante Dios?. Esta es una pregunta
que ningún protestante fundamentalista ha tenido la capacidad de responder de
forma coherente hasta ahora.
muy bueno!
ResponderEliminarvisiten mi blog:
www.dibujosparacatequesis.blogspot.com